En vísperas de fin de año se me ocurrió ordenar un poco mi caos existencial, que se refleja claramente en mis cosas, en mi poca capacidad para combinar colores o prendas de vestir, en mi cabello casi nunca peinado y hasta en el microcosmos que habita en mi bolsa, a veces hasta me da terror meter la mano y no saber qué pueda pasar ahí dentro.
En fin... por la falta de tiempo había postergado este momento, pero ahora ya no pudo esperar más... me da mucha flojera porque en verdad es una misión arriesgada, pero ya no hay marcha atrás.
Tal vez sea mi obsesión por la publicidad, la cultura y la música, que he guardado todos los anuncios impresos que he encontrado, los cuales ya he tenido que tirar por no tener una función más que ocupar espacio del poco que me queda, aunque obviamente he dejado lo que más ha gustado, por supuesto las postales!!!
Por fin he llenado mi pequeña caja de zapatos... he tenido que utilizar otra.
Además hay tantas cosas que la clasificación entre "sirve" y "no sirve" se vuelve imposible, también son necesarias subclasificaciones como "tareas" "fotos" "cuadernos" "revistas" y otras que llegan a ser insufientes por las nuevas categorías que van surgiendo, que se hacen híbridas, que no se encuentran ni en una ni en otra... caos al fin de cuentas!!!
Lo interesante de esto ha sido el desenpolvar, no sólo las cosas, sino la memoria, eso de tomar mis propios vestigios del pasado y cual arqueóloga irlos desenterrando, conjuntando, ensamblando, creando... reviviendo, tantas cosas... tantos sueños... tantas vidas... tantos momentos!!! Eso ha sido mi vida y ha repercutido en lo que ahora es, sólo he encontrado magia que seguiré recolectando, luego más detalles.
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