ARTÍCULO.

Alternativa musical.

Erika Arias Franco.

El ser humano se ha acompañado de la música desde tiempos inmemorables, han surgido estilos y géneros que actualmente están definidos por nombres tales como pop, rock, metal, electro, jazz, surf, cumbia, blues, trova, banda, salsa y reggaetón, entre muchos más.

Hay música para todos los gustos, para bailar, para cantar o hasta para recordar y llorar, un abanico de opciones versátiles pero también fugaces… El Starsystem (modelo imperialista del espectáculo) se establece como un padre totalizador y protector de nuestros propios gustos, limitando nuestras decisiones que parecen bastas pero en realidad no nos dejan más que unas estaciones de radio, los discos de siempre y las mismas canciones para nuestros oídos, repetidas una y otra vez en una cadena de moda efímera destinada a morir, pero mientras tanto bien lograda.

¿Quién recuerda la macarena o el aserejé? En su momento indispensables, pero ahora sería ridículo bailarlos en alguna fiesta, para eso ya tenemos otros temas… La industria discográfica se basa en fórmulas de éxito, cada temporada tiende a renovarse con “propuestas” que más que eso son repeticiones de algo ya hecho anteriormente, que en algún momento ya se había escuchado o simplemente sigue la imagen de lo popular (la nueva banda Timbiriche es un claro ejemplo).

La industria del entretenimiento delimita su oferta basándose en modelos de aceptación popular y propensa enajenación (caso RBD), disqueras trasnacionales monopolizan a algunos y relegan una gran mayoría de riqueza musical que simplemente no tiene la oportunidad de demostrar su talento ante los grandes empresarios, ni aún con La Academia (y Erasmo Catarino) se pueden crear las condiciones para dar cabida a las opciones musicales casi desconocidas pero con una gran calidad.

Por esta y otras razones, se empezaron a generar pequeñas empresas independientes dedicadas a la cultura musical, instaurando espacios para alojar a los autores de una música competente pero excluida del fanatismo popular. Estos lugares permitieron libertad de ejecución y sobre todo una alternativa para crear, producir, editar y promocionar sus obras.

Las llamadas “disqueras independientes” se han valido de recursos creativos acompañados del desarrollo de las nuevas tecnologías para implementar estrategias que les permitan promocionar a sus artistas a un bajo costo, tales como espacios en redes sociales virtuales (MySpace, Hi5), regalar sencillos en mp3 y pases de cortesía para sus conciertos, enviar agenda de sus eventos y presentaciones a través de correo electrónico, etcétera.

La aparición de estas disqueras ha sido un fenómeno mundial que ha repercutido en nuestro país de manera positiva, su futuro es más prometedor que el de las grandes trasnacionales dominantes en el mercado, esto se debe a que los artistas nuevos y/o sin recursos suficientes para producir y promocionarse masivamente se acercan a éstas con gran accesibilidad y mayores posibilidades de crecer dentro de un sector específico.

Las disqueras independientes fueron el segundo golpe duro para la industria discográfica (el primero fue la piratería) ya que el público por fin pudo tener acceso a opciones tanto diversas como especializadas en sus propios gustos, además la apertura a nuevos talentos expandía el repertorio musical sin importar su género o estilo.

Los artistas que se han generado por excelencia en disqueras independientes en nuestro país han sido agrupaciones formadas por jóvenes que apuestan a lo alternativo, como las fusiones rock, folk, instrumental, experimental, etcétera. Pero también existen disqueras que promueven a la música popular mexicana y la trova independiente, así como colectivos de música electrónica con dj’s 100% nacionales.

La industria musical ha dado un giro radical en pocos años, a cada momento surgen nuevas propuestas las cuales ya no quedan subterráneas sino que se dan a conocer a través de diversos medios, donde las disqueras independientes juegan un papel muy importante en la apertura de espacios de creación y promoción de la cultura musical nacional y extranjera.