Como todas las noches me acosté muy tarde por estar haciendo mi tarea.
Destendí las cobijas y me metí en la cama, toda calientita, dispuesta a disfrutar de un pequeño pero rico sueño.
Mi hermano se había quedado todavía en la computadora, así que dejó la luz de su cuarto prendida y cuando apagué la luz de mi cuarto, no quedó tan oscuro porque su foco alumbraba por la ventana.
Vi el reloj y eran las 12:30. cerré los ojos y estuve pensando algunas cosas antes de dormirme. Y en un momento sentí esa terrible sensación de no estar sola, de estar ahí en mi cama acosada por un ser extraño del cual no tengo nociones.
Y no es la primera vez que me pasa, ya algunas veces anteriores había sentido un miedo terrible, un sentimiento de frustración, desesperación y dolor. Difícil de explicar con simples letras ya que es algo que no se le desea ni a los peores enemigos.
De los casos anteriores ya no quiero ni acordarme, pero de este en particular voy a contar lo que me pasó porque fue algo diferente, pero igualmente aterrador para mis sentidos en ese estado de ensoñación.
Primero me quedé inmóvil, es un susto terrible al corazón, indescriptible, trato de explicar un poco esa sensación, pero las palabras me quedan cortas.
Destendí las cobijas y me metí en la cama, toda calientita, dispuesta a disfrutar de un pequeño pero rico sueño.
Mi hermano se había quedado todavía en la computadora, así que dejó la luz de su cuarto prendida y cuando apagué la luz de mi cuarto, no quedó tan oscuro porque su foco alumbraba por la ventana.
Vi el reloj y eran las 12:30. cerré los ojos y estuve pensando algunas cosas antes de dormirme. Y en un momento sentí esa terrible sensación de no estar sola, de estar ahí en mi cama acosada por un ser extraño del cual no tengo nociones.
Y no es la primera vez que me pasa, ya algunas veces anteriores había sentido un miedo terrible, un sentimiento de frustración, desesperación y dolor. Difícil de explicar con simples letras ya que es algo que no se le desea ni a los peores enemigos.
De los casos anteriores ya no quiero ni acordarme, pero de este en particular voy a contar lo que me pasó porque fue algo diferente, pero igualmente aterrador para mis sentidos en ese estado de ensoñación.
Primero me quedé inmóvil, es un susto terrible al corazón, indescriptible, trato de explicar un poco esa sensación, pero las palabras me quedan cortas.
Mi corazón comenzó a latir desesperadamente, mi aliento casi desapareció, mi cuerpo quedó paralizado, ni un milímetro podía moverme, parecía como si un bloque de hielo se me hubiera metido en las entrañas, un golpe seco al corazón.
Luego esa presencia, un “algo” porque no sé como describirlo, pero estaba a mi lado, a él (o eso) ya lo conocía, otras noches me había visitado y con mayor fuerza. Esta vez se quedó un momento junto a mí, luego bajó a mis pies y comenzó a rodearme, a veces pesa, pero esta vez, cuando pasaba por mi lado derecho simplemente no pesaba, pero yo sabía que estaba ahí.
Aunque trataba de moverme no podía, nada, por más fuerza que empeñara en realizar un movimiento, simplemente mi cuerpo no respondía y así pasaron unos momentos tormentosos para mi alma.
De repente, mi mano izquierda pudo moverse un poco, pero en lugar de tranquilizarme me alteré más porque sentí una pequeña mano que me agarraba. Esa mano salía de mis sábanas, del colchón. Yo sabía que era de un niño pequeño, pero ahí no había niños, era sólo una mano que salía de mi cama.
Después otra mano, creo que un poco más grande, pero también era pequeña. ¿Qué estaba pasando? Me agarraron de las manos y no me querían soltar. Tenían demasiada fuerza para ser unas manos tan pequeñas, me jalaban, querían llevarme con ellas, y aunque y estaba tratando de soltarme, a la vez quería tocarlas para comprobar que eran reales.
En un momento desaparecieron, me pude mover y mi mano tocaba el filo de mi cama, yo seguía teniendo una sensación de terror. Abrí los ojos y mi corazón seguía latiendo. La luz de mi hermano seguía prendida. Vi el reloj y apenas eran la una de la mañana. Demasiado pronto para haber tenido un gran sueño o una gran pesadilla, en tan sólo media hora.
Sabía que a pesar de todo, esas manos no iban a regresar esa noche, así que me quedé dormida hasta la mañana siguiente.
**K y K **
Derechos Reservados
No hay comentarios.:
Publicar un comentario